Enciclopedia de las Chicas Perla ( 1 )

La interesante prehistoria

(del libro La Enciclopedia de las Chicas Perla)
dibujo: Pablo Fernández En la antigüedad antes de la prehistoria la gente no chateaba porque uno le podías poner una computadora adelante y capaz que se la quedaban mirando y ni sabían qué hacer como el Rafles que ¡qué suerte que no vivió por ahí! porque había dinosaurios y animales ¡más peligrosos! Con lo pavo que es él capaz que se ponía a ladrarlos y ni ve que eran grandes como una montaña por no decir el peligro.
Otra música de la antigüedad eran los Beatles, que a mis papás les regustan pero ellos no son de la antigüedad, nada más que leen así, y saben de varias cosas, creo.
Los prehistóricos a veces pienso debían ser más brutos porque ¿qué hacían todo el día, por ejemplo? ¿Qué hacían? Nada. Nada, nada, nada. Un aburrimiento la prehistoria. Te pasabas todo el día sin tele, sin ir a ningún lado, que no existían todavía, y estabas así aburriiiiido hasta que venía un ser ¡y te comía!. Ni te salvaban los de la tribu, porque pensaban:
– ¡Que se lo coma a éste así yo me salvo!
¡Más egoístas! Recién después se inventaron los héroes que si corrías peligro vienen y te salvan, no importa si no te conocen, porque para eso son héroes o superhéroes (según).
La diferencia entre los héroes y los superhéroes es que los héroes existieron de verdad y los superhéroes no. Bah, a mí me parece que no. Pati dice que sí, pero ella siempre quiere tener la razón, ¡es más porfiada! Yo a veces le digo: “¿Pati vos pensaste qué harías si yo no fuera tu mejor amiga con la vida?, porque mirá que te aguanto, ¿eh?”.
Había plantas carnívoras que son unas que vos las ves todas lindas, así, ¡pero andá a arrimarte! ¡Ni loca! A los perros lo que no podés darles de comer es pan, que les mete como un azúcar en la sangre y se ponen viejitos, se quedan tuertos de los ojos o rengos de las patas de atrás. Si yo me cruzaba una planta carnívora mejor me invento una estrategia, por ejemplo: me llevo un pan y le empiezo a tirar haciéndome la amiga.
– ¡Tomá! ¡Comé, tranquila! ¡Acompañá con pan, como dice mi mamá!
Y, ¡ñácate! la dejo que se llene bien bien llena de pan y se quede toda chamuscada cuando se le metió en la sangre. Entonces paso enfrente lo más tranquila.
– ¡Ay! ¿Te cayó mal? Bueno, después se te pasa, je je.
Y me voy. Así aprende a no hacerse la carnívora.
Rafles tendría que ser carnívoro pero a él le gusta más el pollo, porque mi mamá lo malcrió, dice mi papá.
Antes la antigüedad no había tantos niños porque era demasiado peligrosa, si estaba llena de volcanes ¡además!
Un día por ejemplo estabas en el patio, jugando o lo que sea, y ¡paf! te salía un volcán que te llenaba todo de lava.
Cuando no era una cosa, era la otra. No ganabas para sustos.
¡Viva la prehistoria con sus anécdotas!
firman: Natacha y Patu
Próxima entrega: “el Planeta Tierra”

© Luis Pescetti

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