Crónicas mendocinas 5

Resulta que la uva recién prensada termina en jugo, piel y semilla, y ahí se saca enseguida parte de ese jugo, y ese será el vino rosado, y el otro, que quedará más en contacto con la piel y la semilla, tomará color. Luego se fermenta y se deja en unos pasan a las botellas y otros a unas barricas de roble francés, que por ese solo hecho cuestan mil euros cada una… ¡y vacías, mis compadres! Porque las barricas (toneles se llaman cuando son más grandototes) son como los saquitos de té, le dan al vino algo de su sabor, y así sirven unos seis años, pero luego ya no sirven más que para vendérselas a los turistas y que hagan mesas y esas cosas de decoración que uno dice “Ay, mamá, ¿y este qué le vio a
esto?”. Hay un par de procesos más, a qué vamos a negarlo, pero en síntesis ya sabemos hacer vino. Y tienen unos vitrales muy lindos en ese galpón que, cuando los encargaron, no tenían cómo pagarlos, pero a Brigitte se le antojaron y Philippe los pagó con vino, que si no duró: ya pasó; y si duró: ya será canción, poesía o hijo, o todo junto. O noche bien pasada, también. O todo junto.

Noelia nos explicaba la mitad que podía porque entre mi compadre mexicano recién casado y yo le preguntábamos que por qué esto y por cuál lo otro. Y ella casi ni se desesperó, de puro bien portadita.

Y de ahí, explicación más, pregunta menos, nos pasamos a la degustación, que es que te sientan y te sirven diferentes vinos y te va ganando la hermandad por los pueblos del mundo.

Nos puso a los cuatro en la barra de un barcito que ahí tienen, nos dio copas y sendas paneritas con el pan casero que les contaba. La primera dificultad: elegir qué degustación. ¡Más cambios que la bicicleta! A los mexicanos igual: que tú éste y yo aquél, que no, que mejor, acá y tú ésta. Y así estábamos nosotros. Viendo qué elige el otro para saber si está bien lo que elige uno, como si tuviera que ver, pero así somos.

La degustación tiene un orden:de más suave a más fuerte, para que un vino no le mate el sabor al otro. Y tiene un desorden, que es cómo va transformándose uno, porque entre el madrugón del vuelo, y casi ni desayunamos, y la altura, y la bicicleta y camión que va y Damián Sánchez que se recuerda, que empezás apoyado en un codo y seguís con los dos codos y mirando con la cabeza baja pero los ojos de frente. Porque, para colmo de uvas, mi compadre y yo, éramos los encargados de terminar las copas que dejaban nuestras respectivas, mucho más modosas que nosotros.

El blanco fue un torrontés una uva muy dulce, pero no de postre, tiene su sabor seco, después. Luego siguió el rosado, fresco y delicioso, que es como no decir nada, estaba bueno, pues, pero porque recién después aprendí de los aromas: el que siguió tenía algo acaramelado, más rasposón y al que le siguió yo le descubrí aroma de ciruela ¡Ahí está! exclamó la Noelia como si yo hubiera encontrado el celular perdido.

A esa altura nos había enseñado a sacudir la copa para que se despierten los sabores, que eran los más despiertos de la velada, y con el compadre mexicano nos mirábamos y hacíamos preguntas, pero por la misma falta de respeto de la juventú hoy día nos demoraban en responder y otras ni eran preguntas la verdad, pero bien que nos reíamos.

El primer tinto ni me acuerdo, para qué les voy a ser sincero, pero el segundo era “redondo” decía la Noelia, algo que nunca descubrí, pero yo traducía a suave terso en el paladar, amable. Que no te raspaba la lengua, vaya. Y a ese le descubrí aroma de dulce de leche “¡Ahí ‘stá!” volvió a exclamar la susodicha ni que hubiera encontrado las llaves, porque al llevar más tiempo en la barrica, gana más azúcar, creo o algo así. Tampoco sean tan exigentes con uno que nace al mundo de la enología, ¡ya verán mis ingeniebrios!

Luis

© Luis Pescetti

Comentarios

3 comentarios en “Crónicas mendocinas 5

  • Noelia dice:

    Hola Luis!!! jajajaja La mismísima Noelia de tus comentarios te escribe!!!. jajajaja si, soy un poco exaltada cuando los turistas encuentran los aromas en el vino… pero bueno… he llegado a la conlcusión que tenés 2 dones: la nariz (por los aromas que sentiste) y la memoria (por Dios !!! yo con mis 20 años no me acordaría de todo lo que te acordas). En fin, simplemente queria decirte que leimos tu mensaje en el libro y todos los de la bodega nos hemos quedado enganchados con tu comentarios en la web. Personalmente, nunca nadie habia hecho los comentarios de mi visita y me alegra haber tenido una especie de feedback.
    Como estudiante de letras que soy (en inglés pero letras al fin) te quería felicitar por la pintoresca forma de escribir tus crónicas.
    un abrazo

  • Noelia dice:

    Hola Luis!!! jajajaja La mismísima Noelia de tus comentarios te escribe!!!. jajajaja si, soy un poco exaltada cuando los turistas encuentran los aromas en el vino… pero bueno… he llegado a la conlcusión que tenés 2 dones: la nariz (por los aromas que sentiste) y la memoria (por Dios !!! yo con mis 20 años no me acordaría de todo lo que te acordas). En fin, simplemente queria decirte que leimos tu mensaje en el libro y todos los de la bodega nos hemos quedado enganchados con tu comentarios en la web. Personalmente, nunca nadie habia hecho los comentarios de mi visita y me alegra haber tenido una especie de feedback.
    Como estudiante de letras que soy (en inglés pero letras al fin) te quería felicitar por la pintoresca forma de escribir tus crónicas.
    un abrazo

  • Noelia dice:

    Hola Luis!!! jajajaja La mismísima Noelia de tus comentarios te escribe!!!. jajajaja si, soy un poco exaltada cuando los turistas encuentran los aromas en el vino… pero bueno… he llegado a la conlcusión que tenés 2 dones: la nariz (por los aromas que sentiste) y la memoria (por Dios !!! yo con mis 20 años no me acordaría de todo lo que te acordas). En fin, simplemente queria decirte que leimos tu mensaje en el libro y todos los de la bodega nos hemos quedado enganchados con tu comentarios en la web. Personalmente, nunca nadie habia hecho los comentarios de mi visita y me alegra haber tenido una especie de feedback.
    Como estudiante de letras que soy (en inglés pero letras al fin) te quería felicitar por la pintoresca forma de escribir tus crónicas.
    un abrazo

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