Boletí­n N° 2

Acabamos de mandar por email el segundo boletí­n de Luis. Para que ninguno de los honorables visitantes quede con la curiosidad insatisfecha, lo reproducimos a continuación.

(Los que quieran suscribirse, pueden mandar un mensaje en blanco a luispescetti-on@mail-list.com. Van a recibir un mensaje pidiendo confirmación: respondan a ese mensaje sin cambiarle nada, y listo.)

Destacado público de tan finí­simo gusto:

Fue muy emocionante actuar como invitado en el show de Los Musiqueros (quienes ahora se van de gira a México). La sala A-B del Centro Cultural San Martí­n estaba llena (unas 900 personas). Y también fui como invitado (pero de público, no a cantar) al show de Caracachumba. En un momento del show hacen participar al público y me dieron un kazoo para tocar. Nunca habí­a tocado uno y me dio una vergí¼enza enorme… sin embargo al mismo tiempo lo disfruté. Y así­ viví­ un poco de mi propia medicina: cuando invito al público a hacer algo. Sentí­: miedo al ridí­culo, pero ganas de participar, pero vergí¼enza (todo junto).

Aunque no tenga nada que ver, no quiero olvidarme: el sábado 30 de julio transmitiré el programa desde Jujuy (al norte de Argentina). Se podrá oí­r como siempre por AM y por Internet (en vivo).

Este viernes 22, a las 18 hs., será la entrega de los premios Pregonero (Fundación El Libro), e iré a recibir el que me otorgaron por el programa de radio.

El sábado estaré en la Feria del Libro Infantil y Juvenil (Buenos Aires), leyendo textos. Como la sala es muy pequeña se harán dos sesiones de media hora. Esto será a la extrañí­sima hora de las 14.15 (parece horario de dentista, pero ése me dieron).

Recibí­ algunas preguntas

> Mi pregunta para Luis es: ¿Cuál sinfonia de Mahler era la que acompañaba tu lectura de Frin?

Adagietto, 4to movimiento de la 5ta sinfoní­a.

Un niño me preguntó que cuándo iba a ir a su escuela en Córdoba. Tengo una invitación para ir a actuar por allá, pero no tení­a planeado ir a escuelas. No es que no pueda ir. Ocurre que acabo de terminar de escribir Lejos de Frin, y estoy muy avanzado en la gráfica del disco nuevo, entonces es un momento en el que quiero “sacar la cabeza del agua” (mamá, ¿qué quiere decir “sacar la cabeza del agua”?). Deje, señora, les digo yo: quiere decir que estuve sumergido en trabajo y, aún cuando lo disfruto tanto, necesito cambiar de aire, de actividades. También “estar un poco en mi burbuja”, que es eso que a veces a uno le pasa cuando lleva mucho tiempo atendiendo asunto externos, o rodeado de personas y desea un momento solo, de encuentro consigo mismo.

Expresar

¿Cuales son, exactamente, las “novedades” que deseo compartir? Están las más obvias (libros, shows, discos, etc.); pero hay otras como, por ejemplo, si entiendo algún tema de una manera nueva, o si encuentro un modo de expresar algo que me ocurre.

Cuando hice el CD Bocasucia incluí­ dibujos que los niños me acercan en los shows. Era una manera de transmitir la relación que se da. Me siguen llegando cartas y dibujos.

¿Qué es lo que hace que un niño quiera regalar un dibujo? A veces son niños muy pequeños, aún no saben leer ni escribir, pero hacen un dibujo y te lo regalan. ¿Qué quiere decir eso? o ¿por qué?

Me lo expliqué diciendo que es la forma más primitiva del deseo artí­stico: nace como el impulso, la necesidad de expresar algo. Luego me dije que si usaba la palabra “artí­stico” parecí­a que lo dejaba sólo para aquellos que quieren ser “profesionalmente” artistas, y no es así­: ese deseo expresivo no es exclusivo de los artistas. Supongo que, luego, en unos se apaga, en otros sigue. En la mayorí­a se transforma: en abrazos, comida, o cuidados de distinto tipo. Según las culturas, la educación y muchas otras razones, esa expresión puede convertirse en algo muy concreto (¿material?): dinero, ayuda, cariño, contacto, conversación; o puede transformarse en algo muy abstracto: una canción, un dibujo, danzar, una escultura.

¿Qué es lo que hace que necesitemos comunicar una emoción, una idea, o una experiencia? ¿Qué ocurrirí­a si viviéramos algo conmovedor y no hiciéramos nada? ¿Qué significa si alguien me gusta y se lo digo? ¿Y qué si la quiero y no se lo digo?

¿Expreso lo que siento para lograr algo?

¿Qué pasa con una idea cuando la comparto? ¿Y qué pasa cuando no lo hago?

Hace pocos dí­as fui invitado a Santa Fe por la Universidad del Litoral y, a pesar de que era una mesa redonda para adultos, concurrieron niños. Uno, Lautaro, me acercó una carta. En el remitente colocó este dibujo:

Fue conmovedor y, a la vez, una sí­ntesis tan bella. Lautaro me mostró dónde poní­a mi nombre. ¿Cómo es que nunca les dije qué hago con los nombres de ustedes?

Hoy en Buenos Aires era un dí­a muy frí­o, con viento, ayer llovió todo el dí­a, sin cesar. Me metí­ en un bar, pues debí­a hacer tiempo en el centro, y mientras tomaba un café hice este dibujo, así­ saben dónde guardo sus nombres inquietos (sólo escribí­ algunos):

Un saludo.
Luis

© Luis Pescetti