Juegos y Canciones con Luis Pescetti (La Habana, 1990)

La Habana, 1990, en ocasión de haber sido invitado a un Encuentro de Humor, organizado por el Centro Promotor del Humor. Luego de ser un comediante que pasaba la gorra en un café concert, salté a esto. Y este programa fue mucho antes de hacer televisión en México. De hecho, al llegar a México empecé de cero, otra vez y por tercera vez en mi vida.

© Luis Pescetti

Comentarios

2 comentarios en “Juegos y Canciones con Luis Pescetti (La Habana, 1990)

  • Azucena Rolón dice:

    Recuerdo, Luis; que en primaria alta corría de regreso a casa para ver bizbirije y escucharte cantar, me sentaba en la sala de la casa de mis padres mientras te veía por la TV; crecí y en la secundaria oculte por un tiempo que bizbirije me gustaba hasta que deje de verte por un tiempo pero después, en la adolescencia mi tia llevó a mi prima pequeña a verte en un evento y compró uno de tus discos; volví a escucharte en la preparatoria, te escuché contar cuentos, chistes y pensé que queria leer tus libros para entender a Natacha y a Finn. Cuando decidí que estudiar me decidí sin duda por EF pues quería jugar y cantar con mis alumnos como lo haces tú y no sabes que mejor decisión he tomado; me divierto con mis alumnos, he intentado aprender a tocar algún instrumento para complementar mis clases, ahora leo los libros que escribiste para docentes y padres de familia; te he visto en mi vida tres veces en vivo, me he formado para que firmes mis libros, para escucharte con esa pasión que desbordas y sin duda alguna puedo decir que eres mi ídolo, de verdad quiero ser como tu cunado sea grande. Gracias por estar en este plano, en este momento y en esta vida porque de verdad que me has inspirado millones de veces. Espero pronto hagas algún tipo de trabajo en México para poder colaborar contigo, Te quiero muchisimo.

  • Fátima Artega dice:

    Saludos con lágrimas…si es que puedes creerlo!! Te encontré hace poquito y me enamoré de tu talento, eres un apasionado y disfrutas con espontaneidad de lo que haces, para mí, una maravilla! Sin dudas, en tu caminar, has tocado corazones de niños justo donde lo necesitaban y seguramente has hecho una diferencia en sus formas de mirar la vida. Soy maestra, y ya quisiera tener toda esa maravillosa destreza de conectar con tal empatía. Lo tuyo es innato, y debería quedar todo tu hacer como un legado inspirador para las nuevas generaciones dispuestas a vincularse con niños. La educación formal necesita a gritos de una pedagogía que conecte a los alumnos, con alegría, curiosidad e interés , a la deslumbrante aventura del aprendizaje.

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