Canción con Elenita de la mano

Cuando estás sola no es que estás
sola, estás lejos, nada más.
Siempre, siempre hay otro lugar
donde están tus amigos y es tu hogar.
Serán cien o sólo tres, y bastarán.

Hormiguita que perdiste tu hormiguero,
mariposa que el viento puso lejos.
No sos la rara, ¡sos Elenita!
No demores, levantate y caminá,
regresando hacia adelante o hacia atrás.

Nunca te obligues a encajar,
se tuerce la naríz y duele el aire.
No importa ser rebelde o ser prolija,
sólo seguir fiel a tu tic tac
que se aleja o se acerca, según vas.

A veces es verdad (y suena raro)
pero: todo el mundo está equivocado.
Sólo uno está en lo cierto,
es raro, no te miento, es así,
y mejor hacerle caso al colibrí
que tenemos en el alma, es un reloj,
que no habla pero sabe hacerse oír.
Dice “Mmm… en este lugar algo pasa
que este lugar no es mi casa,
siento que me tengo que esforzar.
Mmm… hay algo aquí en el aire no es bueno”.

Como Hamlet bien sabía, ¡olía mal!
no te quedes a sufrir y a encajar.
Y no dudes, Elenita, no demores
no busques agradar, no te cuestiones,
vivir es una fiesta luminosa,
es alivio, es sencillo y natural,
es como respirar: no lo pensás,
cuando sos bienvenida y es que estás
con otros como vos, en tu lugar,
y nada más.

© Luis Pescetti

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