Enciclopedia de las Chicas Perla ( 8 )

Belleza (no conviene tanto)

(del libro La Enciclopedia de las Chicas Perla)

Ni conviene ser la más linda porque una se la pasaría diciendo “no”, “no”, “no” a caddda rato, a cadddda chico que se acerca ¡más pesados! a insistir. ¿Qué les pasa, no se dan cuenta que no? Y eso sería lo que pasaría, que no se darían cuenta, pero no por culpa de ellos, sino por culpa de ser la más linda.
Cuando no sos la más linda la ventaja es que hay un montón que ni te buscan, ni te molestan, ni te andan cargoseando: ¿Querés tomar un helado? ¿Querés ser mi amiga? ¡NO, NENITO, NO QUIERO! (somos las Chicas Perla, pero escribimos como si fuéramos una sola).
Dramatización (ponemos un nombre de chica inventado):
– Hola, Priscila Elizabeth (un chico que se acerca).
– Sí, hola, ¿qué querés? (la nena).
– Eeeh… ¿Cómo estás? (el chico se pone nervioso).
– Ocupada estoy.
Ahí nuestra amiga imaginaria, Priscila Elizabeth, se portó un poco mal, porque el chico no era cargoso, ¡apenas la saludaba muy amable!
ahora vamos a hacer otro ejemplo con esta chica hermosa, Priscila Elizabeth, y al chico que quiere hacerse amigo le vamos a inventar un nombre también, pobre:
Dramatización 2:
– Hola, Priscila Elizabeth (el chico).
– Sí, ¿qué precisás?
– Me llamo Raúl (el chico nervioso).
– Ah, mirá qué buen dato (responde Priscila Elizabeth mirando hacia otro lado).
– Te lo digo por si un día querés hablarme por teléfono (el chico ilusionado, pobre).
– Sí, voy al teléfono y le digo: “Raúl” y aparecés vos.
– No, tenés que marcar mi número (el chico, tímido tímido tímido).
– ¡Ay, no paro de aprender cosas con vos! (Priscila Elizabeth se acomoda el cabello).
Otra vez, nuestra amiga imaginaria: Priscila Elizabeth se hace la vivita por culpa de que se sabe la más linda entonces no le importa tratar como sea a nuestro amigo imaginario Raúl, que gusta de ella no por malo, sino porque si ella es la más linda ¡es lógico que Raúl guste de ella! No tiene la culpa tampoco. ¿Qué pretende ella?
¿Qué pasaría si Raúl se hiciera el interesante?
Dramatización 3:
– Hola, Priscila Elizabeth (el chico).
– ¿Cómo sabés mi nombre? (la chica).
– Yo sé muchas cosas que vos no sabés, y además soy el mejor al fútbol, campeón de ajedrez, ya tuve una novia, tengo celular, con la play no hay quien me gane, corro y no me canso, leo muchos libros, sé andar en bicicleta sin manos, soy el mejor del grado, todos quieren ser amigos míos, presto mis juguetes, ayudo a mis compañeros en la escuela, me votaron como mejor amigo, ¿viste mi color de ojos? y… ¿qué pasa? ¿Te vas? No te vayas Priscila Elizabeth, ¿qué te pasa?
– … (pero ella ya se fue).
Ahí Raúl se equivocó porque exageró, la hartó. No tiene la culpa ella. Lo que pasa también es que a él le gustaba tanto tanto que sacó todo lo que tenía para lucirse y hasta capaz que mintió un poco, porque ella ni le tenía que decir nada.
Explicación: por la belleza. Se paraba enfrente y, como ya era la más linda, el que estaba enfrente ¡chas! Sonaba.
Consecuencia: Priscila Elizabeth se mal acostumbró a que no tenía que hacer nada para conseguir lo que quería: las chicas querían ser su amiga porque era la más linda (y veían los chicos que se arrimaban a ella y pensaban que algún desilusionado las miraría a ellas ya que Priscila Elizabeth les había dicho que no, y capaz que Priscila Elizabeth descartaba a chicos que no estaban tan feos). Bueno, eso las chicas; y los chicos: ¡ni hablar! Ella no movía ni un dedo y los chicos se mataban por hacerle caso y atenderla. Los papás de sus compañeros también:
– ¡Ay, invitala a tu amiga tan prolija y linda! (todo así).
Y los maestros, como la veían tan pero tan linda, se pensaban que tenía que ser la mejor del grado también (¡¡¡¡nada que ver!!!!!!). Conclusión: le ponían buenas notas sin corregirla, casi por lo menos.
Priscila Elizabeth creció dejando embobados a todos, a los chicos, las chicas, sus papás y los maestros. Y ésa fue su desgracia, porque tanto se acostumbró a que le iba bien sin hacer nada que cuando creció y quiso ser mujer astronauta estaba en el espacio ¡y recién ahí se avivó de que no sabía cuáles eran los botones de volver! Porque todo el curso de mujer astronauta lo pasó haciéndose la cancherita, y terminó volando para cualquier planeta sin poder regresar nunca más a la Tierra. ¡Qué lástima que, siendo la más linda, no lo aprovechara mejor!
FIN DE LA HISTORIA
(ésta es una historia imaginaria para sacar conclusiones, pero podría ser verdad).
firman: las chicas Perla (Natacha y Pati)
(a esta historia capaz que la continuamos, después vemos)

© Luis Pescetti