Crónicas mendocinas 2

Me agarró un encierro de salir, porque uno estaba muy recién llegado. Nos montamos a las biciletas más modernas que me subí en mi vida.

Cuando yo era niño (y el primero que haga “Uuuuhh…” se va al pasillo) trabajaba con una bicicleta que se llamaba “de reparto”, porque te re partía las piernas, yo creo. Pesada, sólida, de unas gomas anchas y pesada. Y el único cambio que podías hacer era por otra más liviana.

Esta que agarré, de las que vienen ahora mismo en la actualidad, tiene palanquitas a izquierda y derecha, y no vienen con manual. Tons le vas tanteando a medida que pedaleás como mono inventando el equilibrio. Avanzando poco y haciendo eses, como gusaneando en metro cuadrado de retroceso.

Es así: una palanquita grande de la derecha sube los cambios del piñón de la rueda trasera, la otra palanquita de la derecha los baja a engranajes más grandes, tons la peladeadas (tal cual) serán más seguidas, pero más livianas. Y la palanquita de la izquierda te cambia de piñón grande, donde están los pedales, a tal punto que podés hacer todo eso y te parece que se salió la cadena, que fue lo que me pareció a mí, pero era que la múntain baik ni sabía pa’dónde ni a qué horas, porque le daba órdenes simultáneas contradictorias. ¡Pero cómo iba a saber yo si nadiens me enseñaba y tuve que romperlo por mis propios medios!

Además no la rompí, era que sin saber, pero queriendo, la había puesto en un cambio que daba como veinte pedaleadas por centímetro, con lo cual la bicicleta era como una pluma liviana pero el paisaje no avanzaba. Hasta que se me encendió la vela y le coordiné y la bicileta que será todo lo muntan báik que se quiera pero al fin y al cabo es caballo, obedece a su jenjibre, es decir a su jinete, es decir: yo mismo, aquí su gaucho de caucho, para servile.

Porque en la posada te alquilan bicicletas para hacer la que se llama la ruta del olivo, que es de ida y vuelta, y la ruta del vino, que es de ida. La vuelta, después de la degustación, se complica un poco. Y ahí nos fuimos, como dice la zamba “piedra y camino”. ¡Pucha que había piedra! ¿Para qué le ponen tanta piedra si llueve tan poco! El que te afirma queda entre machacado y machucado, como remache de barco contra el asiento duro que vaya a saber por qué le colocan a las muntan báiks, para que las devolvamos antes, ha de ser.

Digan que hoy también les ponen muelles, amortiguadores, y algo de bien hará. Hicimos unos 200 metros entre álamos y palanquita de cambios, hasta que encontré mi paso. LLegamos a la carretera en la que empieza la ruta del vino, un poco suicida, la verdad, porque ahí pasan otros que no están turisteando como uno, y van a lo suyo como a cien por hora.

Luis

© Luis Pescetti

Comentarios

6 comentarios en “Crónicas mendocinas 2

  • Julia dice:

    Jajajaja! la laptop sube y baja en mi panza de la risa y no puedo seguir leyendo! planeaba alquilar unas bicis en Cordoba así q primero voy a leer las instrucciones! besos

  • Julia dice:

    Jajajaja! la laptop sube y baja en mi panza de la risa y no puedo seguir leyendo! planeaba alquilar unas bicis en Cordoba así q primero voy a leer las instrucciones! besos

  • Julia dice:

    Jajajaja! la laptop sube y baja en mi panza de la risa y no puedo seguir leyendo! planeaba alquilar unas bicis en Cordoba así q primero voy a leer las instrucciones! besos

  • Luciana dice:

    jajaj, te juro que escribo la risa porque me la estoy aguantando! estoy en la oficina y no puedo soltar la carcajada, asi que jajajajajajajajajjaja… excelente descripción! siempre presente en tus relatos de viaje
    besos!!!!!!!
    lu

  • Luciana dice:

    jajaj, te juro que escribo la risa porque me la estoy aguantando! estoy en la oficina y no puedo soltar la carcajada, asi que jajajajajajajajajjaja… excelente descripción! siempre presente en tus relatos de viaje
    besos!!!!!!!
    lu

  • Luciana dice:

    jajaj, te juro que escribo la risa porque me la estoy aguantando! estoy en la oficina y no puedo soltar la carcajada, asi que jajajajajajajajajjaja… excelente descripción! siempre presente en tus relatos de viaje
    besos!!!!!!!
    lu

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