Ese coro

Portada(Del libro El pulpo está crudo)
Cierta vez hubo un grupo de cocodrilos que decidieron formar un coro (quiero decir, ellos eran pésimos cantantes, pésimos, pero igual decidieron crear un coro y participar en festivales prestigiosos). La actividad principal de ese coro era la natación. El Director era el músico más malo que se podrí­a haber encontrado, no distinguí­a el ruido de un vidrio roto del sonido del viento en las ramas. Era completamente sordo, pero era un excelente nadador y por eso lo escogieron. Decidió que lo mejor para la voz era entrenarse en natación. Cuando sintieron que estaban en excelentes condiciones de preparación se anotaron en un Festival Internacional de Coros (los organizadores quedaron desconcertados cuando recibieron esa carta en la que les preguntaban si los conciertos iban a ser en pileta o en rí­o abierto y que si las toallas las poní­an ellos o cada uno llevaba la suya).

Fueron al festival y llegó el dí­a de su debut. Ustedes ya saben que cuando sale un coro al escenario lo hacen caminando en una hilera muy ordenada, se forman en filas las distintas voces y, una vez que están todos perfectamente ubicados, aparece el Director caminando lentamente y disfrutando del aplauso. En su caso fue un poco distinto. Salió el presentador, vestido de traje, muy elegante y con gran ceremonia dijo, A continuación tenemos el gusto de anunciar a la Agrupación Coral… (miró el papelito) “Vencedores del Nilo”. La gente aplaudió y se produjo un largo silencio. El público esperaba que apareciera alguien, pero sólo se veí­a el escenario iluminado y vací­o. De pronto, un cocodrilo lo cruzó de una punta a la otra, era el director, claro. Desapareció. Al rato pasaron dos cocodrilos conversando, también desaparecieron por la otra punta del escenario. Se hizo otro silencio. La audiencia comenzó a impacientarse. Apareció otro cocodrilo, caminó un poco, miró al público y le gritó a los demás, ¡Ey! ¡Muchachos! ¡Es acá! Desde los dos lados del escenario entraron varios cocodrilos con sus lentes para ver debajo del agua, cañas de pescar, toallas (todos traí­an su toalla). Se pararon en mitad del escenario, saludaron al público agitando sus manos, le sacaron algunas fotos (quiero decir, aquello era un caos, parecí­an unos turistas). Volvió a salir el director, empezaron a cantar y lo hací­an tan mal que era demasiado, alguien puede ser desafinado y cantar mal, pero lo de ellos era algo increí­ble.
El caso es que entre el público estaba el compositor de lo que estaban cantando y empezó a sentir una gran tristeza por su propia música y comenzó a llorar porque esos cocodrilos estaban arruinando lo que habí­a compuesto con tanta pasión. Una señora se compadeció del compositor y lloró con él, y el hijo de esa señora también lloró, y la fila de gente que estaba sentada atrás se emocionó por la escena y también lloraron (ustedes saben que a la gente le encanta emocionarse por esta clase de cosas y dicen, ¡Ay! ¡¿por qué pasarán estas cosas?! y se sienten más buenos). Todo el público decidió compartir la tristeza y llorar. El coro seguí­a cantando y el compositor lloraba más y el público se poní­a peor y aquello era un mar de lágrimas (quiero decir, un verdadero mar, con olas y todo). Ese mar de lágrimas llegó hasta el escenario que se desprendió del resto del anfiteatro y empezó a flotar. Parecí­a una isla de cocodrilos. Súbitamente, el compositor se trepó al telón y desde allí­ comenzó a cantar su canción para que el público oyera cómo era en realidad. Los cocodrilos estaban con los ojos y la boca abiertos, fascinados, flotando en tanta agua. Ellos verdaderamente creí­an que todos los festivales de coros eran así­ y se les hací­a la maravilla más grande del mundo. La canción del compositor era tan hermosa que la gente inmediatamente dejó de llorar de tristeza y pasó a llorar de alegrí­a y el agua subió más y ahí­ los cocodrilos ya no se aguantaron y se zambulleron felices, completamente olvidados del festival, de las competencias de natación, del público. Jugaban como locos, se salpicaban y salí­an a secarse con una toalla y luego se la poní­an de sombrero o de calzones y se reí­an y hací­an que se enredaban en ellas y que se caí­an al agua (y, como se podrán imaginar, tomaban fotos de todo eso).
De repente hubo un gran aplauso. El compositor, que estaba colgado del telón como un mono, creyó que era porque su música habí­a gustado mucho, bajó a saludar y empezó a abrazar cocodrilos porque los habí­a perdonado. Lo que nunca supieron, ni el compositor ni los cocodrilos, es que ese aplauso, ese gran aplauso del público, habí­a sido para mi hermano Pino, que habí­a salvado de morir ahogado a un niño (él es una gran persona y es capaz de hacer esas cosas sin que le importe que nadie se entere).
No faltó quien al ver esas gracias de los cocodrilos pensó que se trataba de un festival de comedia y subió al escenario a contar chistes. Los organizadores, abrumados por tanto caos y queriendo salvar su imagen, reunieron a la prensa y empezaron a decir que este festival de chistes era todo un éxito y cosas así­. Lo que ocurrió es que los crí­ticos de música salieron por todos lados a preguntar por el festival de coros y no encontraban nada por ninguna parte. Para no quedarse sin trabajo regresaron ahí­ y se convirtieron en crí­ticos de teatro (en los diarios salieron artí­culos que decí­an cosas como, “Los participantes cantaban muy bien pero eran pésimos actores, se destacó la compañí­a de cocodrilos”).
Esta historia termina con los cocodrilos regresando a sus hogares. Le dijeron a los demás cómo habí­a estado lo del festival con tal entusiasmo que en los festivales siguientes por cada coro normal habí­a ocho coros de cocodrilos con sus escafandras y sus toallas. El teatro se llenaba de crí­ticos de teatro que gritaban, “¡Que empiecen los chistes!” y mitad de la sala les silbaba porque ellos habí­an ido a un festival de coros. Invariablemente los organizadores se echaban la culpa unos a otros, la prensa se escandalizaba y todo era un éxito año tras año.

© Luis Pescetti

Comentarios

21 comentarios en “Ese coro

  • Manuela dice:

    Hola Luis! Genio! Figura!
    Te cuento que hace 6 años comenzamos a ir con un grupo de amigos a un barrio humilde de Tigre a hace muchas cosas. Entre ellas tenemos una biblioteca popular para los más chicos, ellos aman leer! con pedir no pierdo nada! si tenés algún libro tuyo que quedó feo por una mala edición o algo así, me dirían dónde puedo pasar a buscarlo?? me imagino sus caritas leyendo tus libros!
    Todos los chicos conocen tus canciones porque las aprendieron en los campamentos.
    Te queremos mucho! y te agradecemos tu generosidad por compartir tu creatividad!

  • camila belan aranda dice:

    hola soy cami de la escuela 847 jose ignacio centeno de las toscas probincia de santa fe me encanto el cuento de los “cocodrilos” que cantan orrible el cuento esta buenisimo

  • lis dice:

    hola soy lis de la escuela leon gauna de villa constitucion el libro el pulpo esta crudo me encanta y sobre todo el cuento
    “ese coro”y me guataria que todos tubieramos mejor humor y asi seriamos mas felices

  • sabrina dice:

    me encantan tus libros el pulpo esta crudo y te amo lectura (natacha).
    voy ala escuela leon gauna a 4to turno mañana y participo en leer es magico.

  • mia dice:

    te amo sos el mejor escritor

  • josefina dice:

    hola soy jose y facu leimos est cuento y fue unos de los mejores que lei jjaja besos

  • KATY dice:

    ESTE CUENTO MELO DIERON EN LA ESCUELA Y LA VERDAD QUE ME ENCANTO!!!

  • yolanda dice:

    la verdad admiro a este hombre sus historias sus chistes sus canciones todo es maravilloso ver como alguna gente se pasa la vida alegrando la de los demas es algo bellisimo desde que yo tenia 10 años lo admiro y la verdad lo admiro por su gran capasidad de ver la vida de otra manera de la mejor manera que es la del humor acaso noseria maravilloso que todos fueramos asi ?????
    pues claro..
    bueno mis mejores felicitaciones i mis mejores deceos …

  • Cintia dice:

    Luis,
    Nunca le escribo a alguien desconocido personalmente, pero canté y canto en coros y hay situaciones del cuento que realmente me hicieron llorar de la risa como al pobre compositor. Los coreutas no somos cocodrilos, pero a veces… Te cuento que mi hija que hoy cumple 11 es fanática tuya. Anoche le regalaron dos de tus libros y ya los terminó. Nos haces compartir las lecturas. Muchas gracias, de todo corazón

  • lUjaN dice:

    hola Luis kiero k sepas k tus cuentos son re buenos.. lo mejor es k en mi escuela tambien leimos est mismo cuento y esta bueniisssiimoo siempre leo tus cuentos y me divierto mucho y tambien me rio bastante chauuuu …

  • Nicole dice:

    Hola en la escuela nos hicieron leer este cuento pero otro capitulo(El narrador)

  • Agostina dice:

    hola luis, jaja muy bueno pero me gusta mas el cuento EL NARRADOR nada mas
    chaaau

  • Ariel Blas dice:

    Saludos! Luis,te felicito por tus libros y chites.Sigue hacia de lante con tus escritura y demas… chaito… bye-bye

  • Lucas (manso) dice:

    fascinante el cuento, muy lindo ,todavía me estoy imaginando los coros de cocodrilos en cada festival . Mañana llevo el cuento a la escuela para compartirlo con mis compañeras, saludos y abrazos para todos. auCh

  • agustina dice:

    hola soy agustina
    tengo 10 años y me encanta todas tus canciones
    son supremas ( buenisimas )

  • GIULIANA dice:

    SOY GIULIANA TENGO 11 AÑOS. YO CREO QUE LUIS ES UN GRAN ESCRITOR Y TAMBIEN ES RE DIVERTIDO HACIENDO CANCIONES Y CUENTOS SON FASCINANTES . HOY SIENDO 20-04-06 LEI EL PULPO ESTA CRUDO, ESTA RE RE BUENO EL CUENTO, SOBRE TODO ESA PARTE QUE LOS COCODRILOS PASABAN POR EL ESCENARIO . EL QUE MAS ME GUSTO ES EL QUE MIRO A LA GENTE ME PARECIO EL MAS DIVERTIDO DE TODOS .
    Y LAS CANCIONES FAVORITAS SON: LILI Y QUEREMOS COMER
    GRACIAS POR HACERME LEER.

  • Edith Hermida dice:

    Hola!! te conoci a traves de Natacha y la verdad siento que es la biografia de mi hija Paloma!! pasamos gratos momentos juntas leyendo tus libros, nos divertimos mucho y a veces nos reimos tanto que hasta lloramos …!!! que locaass..!! es que palo es reee Nati..
    y ahora me preguntaba si “El pulpo esta crudo” esta bien para ella..
    TIENE QUE PRACTICAR LECTURA!!! y con tus libros…lo estamos logrando.

  • Ileana Colombo dice:

    Te conoci por un taller literario para docentes en San Martin de los Andes, leíamos muchos cuentos tuyos y nos moríamos de risa. Obviamente empezamos a leerles a nuestros alumnos y tambien les encantaba. Desafortunadamente nunca pude ir a los talleres que diste allá. Ahora vivo en La plata y volví a buscarte para leerles a mis alumnos actuales y me morí de la risa leyendo tus chistes y cuentos.
    También leí Copyright estando en reposo y me hizo llorar de la risa.
    Muchas gracias por ponerme siempre de buen humor!!!!!!

  • Mercedes dice:

    Ese coro me ha dejado lista para irme a dormir con una sonrisa en el corazón y he olvidado -un poquito- el dolor de cabeza.
    Ya imagino a los cocodrilos con sus toallas y lentes, al compositor invadido por la tristeza, pero qué me dicen de la solidaridad lagrimera del público??, gracias a ellos el fracaso se tornó en éxito.
    El mismo que yo siento cuando leo algo tuyo Pescetti. Mañana mismo a este coro lo conocerán mis alumnos.
    Gracias

  • Erica Quiroz Ortega dice:

    LUIS:
    TE FELICITO POR TU HUMOR TAN NEGRO Y TUS CANCIONES TAN COCHINAS, LA VERDAD ES QUE ME GUSTAN MUCHO.
    MI HIJA ESTUDIA EN UN JARDIN DE NIÑOS DE EL GOGIERNO, COMO SABES SE CUENTA CON MUY POCOS RECURSOS Y QUISIERA PEDIRTE QUE NOS DONES UN EJEMPLAR DE CADA LIBRO Y DE CADA DISCO QUE TIENES, OJALA NOS RESPONDAS PARA ENTRAR EN CONTACTO CONTIGO. ABRAZOS Y BESOS DE:
    ADRIANA HERNANDEZ QUIROZ DE 4 AÑOS.
    Y ERICA QUIROZ ORTEGA .

  • iria rodriguez dice:

    Definitivamente no soy de las personas que toman la vida con humor, pero he encontrado en todo aquello que escribe este hombre algo que me hace reír, incluso algunas cosas me matan de risa. Si todos usaramos la risa aunque sea una vez al día la vida sería muy diferente. Gracias Luis por darle tanto brillo a la vida. Con cariño. Iria.

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